HOMENAJE A UNA CATEGORÍA QUE MARCÓ UNA ÉPOCA DEL AUTOMOVILISMO ARGENTINO
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jueves, 7 de septiembre de 2023
UN BAUFER-CHEVROLET O KM EN CHILE
A fines de la década del 60 varios autos
del Turismo Carretera llegaron al país vecino para correr en una categoría
homónima, entre ellos una decena de Liebres construidas por Heriberto Pronello. Liebres que pertenecieron a Eduardo
Copello, Jorge Cupeiro, Gastón Perkins y Omar Faraoni entre otros pasaron a manos de pilotos
chilenos. La terminal Chevrolet Chilena presentaba
un equipo poderoso en 1971 integrado por dos Liebres que habían pertenecido a
Copello y Cupeiro y un Martín Fierro para los pilotos chilenos Luis Gimeno,
Eduardo Kovacs y Alfredo Rebollar pintados con los colores que usaba en el TC
argentino la CDCGM y equipados con motores Chevrolet V8. A fines de octubre de ese año se realiza
una carrera en el Autódromo de Las Vizcachas de una serie de 4 que
integrarían el campeonato sudamericano de TC y SP con motor delantero.
Participan de la mismaGastón Perkins
con una Liebre III, a la postre tercero y Jorge Cupeiro, que lo hace con un
Baufer-Chevrolet ganando la carrera. Los chilenos miraban con admiración
nuestro automovilismo y cuando a partir de 1969 el Sport Prototipo comenzó su
campeonato, esos autos pasaron a ser el deseo de los pilotos y el asombro de
los fanáticos. Quizás esa admiración haya sido la
motivación para que en 1971 a Luis Hinrichs se le haya ocurrido la idea de
cruzar a la Argentina para adquirir un SP. Lo extraño resulta que Hinrichs,
descendiente alemán, no era corredor de autos, ni siquiera estaba conectado con
el ambiente automovilístico. Era farmacéutico y tenía una cadena de farmacias
en el país trasandino.
Luis Hinrichs llegó a Buenos Aires y se
apersonó al taller de los Baudena (Baufer) con la intención de saber que le
podía ofrecer este prolífico constructor, cuyos autos se destacaban en Turismo
Carretera y en la admirada Sport Prototipo. Alain Baudena le ofreció un
Baufer-Chevrolet, similar al que con Jorge Cupeiro había logrado el
subcampeonato de 1970. Ese auto nunca había pisado una pista, pero tenía una
historia singular. Ese auto se lo había encargado Vianini , quien finalmente adquirió a
Carlos Balbé su Baufer (ex Cupeiro) que fuera reformado y se
transformara en el "Cheeta". En marzo de 1970 Vianini confirma que el
auto sería usado por
su cuñado Eduardo Blaquier, que con 22 años y escasa
experiencia en el automovilismo ( unas pocas carreras en Turismo con un Peugeot
404) debutaría en Sport Prototipo. Lamentablemente un accidente ocurrido en
octubre de 1970 dejó parapléjico a Vianini y lo alejó del automovilismo y de la
Argentina, ya que fue trasladado a Italia para su atención. Tampoco pudo
concretar la compra del auto que terminó quedando en poder de Baudena. Hinrichs adquirió el auto y lo trasladó
a Concepción, en el centro-sur de Chile. Junto con el auto llegó un mecánico de
Baufer, Carlos Calliari, quien finalmente terminó afincándose en Chile.
El auto llegó completo, pero faltaba
armar algunas partes, que estuvo a cargo de Calliari. Hinrich llegó a probar el auto un par de
veces sobre la autopista que llevaba al aeropuerto de Concepción, pero encuentra
problemas de adaptación, por la posición de manejo y por la disposición del
volante, ubicado a la derecha. Termina guardando el auto por muchos años y en
un intento de recuperar el vínculo con la máquina lo pinta dándole toques de
azul y amarillo, no logrando su objetivo.
Luego del fallecimiento de Luis en
1992 el auto pasa a manos de Fernando Castillo Von Bennewitz en 1993.
En el año 2016 Fernando transfiera la
propiedad del Baufera
EFO Racing,
entidad dedicada a la búsqueda, restauración y conservación de autos de carrera
históricos. Este auto integrará en pocos meses el Museo del Automovilismo de
Chile junto a autos emblemáticos que compitieron en el país, entre ellos otro
auto argentino como fue la Liebre III Turismo Carretera de Omar Faraoni. En
1975 este auto fue adquirido por Germán Mayo, quien lo piloteó junto a su hijo
durante 17 años.
Agradezco a Iván Ortúzar, responsable de
Efo Racing, quien me contó la historia y me envió las fotos que ilustran la
nota, que ampliaré próximamente con más fotos y precisiones del Baufer.
Yo estuve sentado en ese auto ,aquí en un campo camino a Santa Juana,tenía motor chevrolet 250 con 4 carburadores dobles ,volante a la derecha ,me acuerdo que los neumáticos slick prácticamente no tenían desgaste ,saludos.
Como podria comunicarme con el equipo de efo racing? Mi papa es fernando Castillo yo recuerdo toda mi infancia con el baufer en casa, el le cambio el volante a la izquierda y ahora lo dejaron en su posición original, me encantaría ir con el a ver el auto como quedó restaurado
INTERESANTE REPORTAJE !
ResponderEliminarUN VERDADERO APORTE !!
Que fabulosa historia y poder recordar como rugian esos baufer en su paso por la recta
ResponderEliminarYo estuve sentado en ese auto ,aquí en un campo camino a Santa Juana,tenía motor chevrolet 250 con 4 carburadores dobles ,volante a la derecha ,me acuerdo que los neumáticos slick prácticamente no tenían desgaste ,saludos.
ResponderEliminarRectifico tenía 3 carburadores dobles ,me acuerdo que la cremallera de direccion era muy similar a las de los peugeot 404.
EliminarComo podria comunicarme con el equipo de efo racing? Mi papa es fernando Castillo yo recuerdo toda mi infancia con el baufer en casa, el le cambio el volante a la izquierda y ahora lo dejaron en su posición original, me encantaría ir con el a ver el auto como quedó restaurado
ResponderEliminarEscribime a chelcosp@gmail y te digo como contactarte.
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