Lugar de reunión:
sede de la AASP
de la calle Córdoba 2919.
Asistentes:
Garibotti, Requejo, Cupeiro, Lobbosco, Formisano, Estéfano, Monguzzi, Amanzana,
Gallo, Méndez, Martinez, Del Río, y periodistas.
Presidente: Horacio
Steven.
La categoría estaba
atravesando una profunda crisis que pasaba esencialmente por lo económico.
El Presidente de la
asociación detalla en la reunión algunos de esos problemas económicos que
estaban aquejando a equipos y corredores.
Mantener un taller de
competición, con un personal de alrededor de 8 a 10 personas costaba
alrededor de $1.500.000 por mes.( NdE:
todos los precios están expresados en peso moneda nacional porque a partir de
1970 se puso en vigencia el peso ley 18188 pero ambos regían en 1971).
En motores
$10.000.000 por año, en cubiertas $150.000 por carrera, otro tanto por
traslados del auto y equipo al lugar de la carrera.
Una caja de
velocidades $ 800.000, $1.000.000 mas por otros elementos mecánicos y además
había que contar con el sueldo de los pilotos y seguros.
Todo esto prorrateado
llevaba a que poner un auto en pista costara alrededor de $1.000.000 por
carrera, multiplicado por alrededor de 10 carreras en el año, llevaba a una
cifra difícil de absorber.
Como ejemplo se cita
que Cupeiro en la carrera de San Juan donde debió abandonar a mitad de carrera
cobró solo $76.000.
El presidente comenta
que eso solo se solucionaba si había $10.000.000 en premios por carrera, no sin
antes recordar que desde 1970 la categoría cobraba solo $ 4.500.000 por carrera
en concepto de premios.
El 1 de junio se
había elevado una nota a YPF proponiendo varias soluciones de fondo obtenible
con el apoyo de dicha empresa. No
obstante hasta ese momento no se había obtenido ninguna respuesta, cosa extraña
pues YPF había aportado $15.000.000 para la carrera de F2 internacional que se
corría al domingo siguiente, suma que se agregaba a los $25.000.000 que había
aportado el ACA.
El presidente comenta
que para la reparación del Autódromo de Bs As se invirtió $ 450.000.000,
$200.000.000 para la construcción del autodromo de Balcarce y $ 1000.000.000
para la realización de
Según palabras de
Steven “Es decir que la plata está, lo
que ocurre es que está mal empleada o administrada”.
El automovilismo argentino avanzará solo con carreras argentinas hechas
en
Como solución se
insinuó que YPF debería poner 100.000.000 por año en premios y otros
100.000.000 por tres años para repartir entre los propietarios de autódromos
para saldar sus enormes deudas y puedan hacer carreras redituables.
Otra solución empero
era por medio de una empresa promotora que encare todo con sentido empresario,
o con el apoyo de empresas publicitarias, haciendo por ejemplo cuatro
campeonatos triangulares y vendiéndoselos a empresas de distintos rubros.
Posteriormente tomó
la palabra Carlos Lobbosco de Ika-Renault y derivó varios de los problemas al
aspecto dirigente que regía la actividad automovilística en ese momento. Según sus
palabras “en el país hay mas categorías
de autos que partidos políticos”. También dirigió sus críticas a la
cantidad de dinero que se utiliza para las carreras internacionales en
detrimento de las nacionales. También se quejó del TC, al que calificó de “aberración
técnica” …que ya corren a 230
km/h y que en cualquier momento iban a provocar un
accidente que terminaría definitivamente con las carreras de autos. A modo de
conclusión Lobbosco expresó que si las cosas no cambiaban en un margen de
tiempo razonable la marca que el representaba se retiraría del automovilismo.
Posteriormente el
debate se generalizó.
Requejo expuso que no
podía ser que los que dirigían CADAD (ente rector) fueran los mismos que
organizaban carreras.
Formisano relató que
Steven hacía tres semanas trataba de entrevistarse con la gente de CADAD y no
podían porque hacían reuniones cada quince dias y a veces esas reuniones se
hacen donde se realiza alguna carrera de TC.
Héctor Mendez y Oscar
Martínez de Latín Producciones (http://www.sportprototipoargentino.blogspot.com.ar/2013/11/primer-categoria-con-promotor.html)
volvieron a incursionar en el terreno publicitario, para puntualizar que en ese
momento al patrocinante no se le retribuye su inversión en la medida necesaria.
Sin duda estas
opiniones de gente con una larga trayectoria en el automovilismo dieron que
pensar a mas de un dirigente, porque la mayoría de las razones causante de la
crisis que se esbozan en ellas estaban muy cercanas a la realidad, aunque las
soluciones podían ser muy distintas.
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