Néstor Jesús García
Veiga, “El Nene” de Arrecifes era un chico retraído que mostraba condiciones
como muchos otros jóvenes. Pero la ley de las probabilidades y la buena suerte
lo eligió a él.
«El
Nene» tenía unas ganas locas de poner su cuerpo y su espíritu al servicio de un
volante, una caja, un motor, un auto. Se desvivía por eso. Allí se gestaba su
tremenda fe, su confianza, sus sueños tan ambiciosos que parecían infantiles.
Recién empezaba y , sin embargo ya era inmensamente rico. Lo empujaba la fe, la
misma fé que le impidió equivocarse alguna vez.
García
Veiga no había despertado aún de sus sueños que se iban materializando como sus
condiciones cuando, a los pocos minutos recibió su primera sacudida como un
aluvión, como un torrente de emociones, había ganado una serie con el «Trueno
Naranja».
El
Trueno Naranja que Carlos Pairetti había dejado ocasionalmente para correr en
el viejo mundo y le confió el auto viendo en él lo que nadie había visto.
Estudió
en su Arrecifes natal, en el Colegio Nacional aunque según sus palabras ”no me
gustaba estudiar”, por eso abandonó en tercer año.
La
vocación de Néstor correr “no tengo otras inquietudes”.
Desde
chico lo apasionaba correr, comenzó haciéndolo en moto junto a Carlos
Marincovich y a Luís Di Palma.
En
zonales alcanzó a ganar un par de carreras en Limitada del 27 donde debutó en
circuitos de tierra.
Luego
debido a la poca actividad de los zonales corre en moto con una Rumi con
preparación Herceg.
En
1966 debuta en el automovilismo mayor en la vuelta de Arrecifes.
Luego
de su destacada actuación en 1968 en TC con el auto de Pairetti, decide para el
año siguiente participar en equipo con su mentor en SP, pero problemas
económicos le impide cumplir con su anhelo.
Pero
a la primera desazón de no poder correr junto a Pairetti, lo sigue la alegría
de ser convocado por Horacio Steven para formar parte de su equipo.
En
su primera temporada completa en SP obtiene 2 triunfos.
Las
excelentes actuaciones obtenidas en 1969 le brinda la posibilidad de ser
llamado a integrar el poderoso equipo de la Comisión de Concesionarios de General Motors.
La
mayoría de las carreras de ese año quedaron en sus manos, 8 triunfos, el
campeonato incluso, fue el premio a la marca y al equipo que lo catapultó y lo
posisionara en esos años como la esperanza Argentina en el automovilismo
internacional.
Con
solo 24 años logra su primer campeonato y la posibilidad de correr en las
temporadas
internacionales y de haber sido invitado por el ACA a participar en su equipo de F2 internacional. No acepta la invitación por problemas familiares fundamentalmente.
internacionales y de haber sido invitado por el ACA a participar en su equipo de F2 internacional. No acepta la invitación por problemas familiares fundamentalmente.
Al
año siguiente, 1971, la CDCGM
decide volcarse al TC y García Veiga no tuvo mas remedio que acompañar al
equipo, olvidándose de pelear el 1 en SP.
En
1972 la comisión decide regresar a la categoría con en nuevo prototipo Chelco
III pero recién lo hace en la sexta fecha y en la siguiente ya nuevamente es
ganador.
Una
carrera mas en el segundo lugar y lamentablemente se termina la temporada para
Néstor.
En
la última temporada de SP , en la segunda carrera, la categoría hace un
esfuerzo para conseguirle una vieja Liebre para enriquecer el parque y jerarquizarla,
obteniendo un honroso quinto lugar.
Esta
fue la última carrera de García Veiga en SP, categoría que lo vio nacer, crecer
y desarrollarse, comienzo de su carrera en el automovilismo que siguió en el
campo nacional e internacional.
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