Quizás el desempeño del Berta LR en aquel enero de 1970 hizo soñar a los constructores argentinos en poder construir autos para competir en el mundo.
Los dos que intentaron llevar ese sueño un poco mas adelante fueron Heriberto Pronello y Tulio Crespi. Pero la categoría que a la que apuntaron no fue la internacional sino la norteamericana. Por esos años la categoría de prototipos mas importantes de los Estados Unidos era la Can-Am (Canadian American Challenge Cup Series) con unos prototipos parecidos a los que después iban a llegar a la categoría autóctona, pero con motores de 7,6 litros.
Ambos proyectos salieron a luz a mediados del año 70 apuntando a la temporada 71 y tenían una cosa en común: la mecánica sería adquirida en el país del norte.
PRONELLO MK10
Este proyecto de Heriberto Pronello tenía una carrocería impactante. La altura desde el piso hasta la parte superior del guardabarro delantero era de solo 59cm. Esto se lograba con un ingenioso sistema pergeñado en la cabeza de su diseñador que permitía que el éste estuviera a pocos centímetros de la banda de rodamiento y en caso de una mayor solicitación de las suspensiones, los guardabarros flexionaban, deformándose y acompañando a la rueda sin que esta nunca lo tocara. El chasis era monocasco.
La carrocería era prácticamente un perfil alar interrumpido por "un tubo" que envolvía al piloto. Un parabrisas acompañaba la forma terminando sobre el piloto, envolviendo por el costado el espacio que correspondería a un eventual copiloto. el cual existía solo en el reglamento. La parte inferior del MK10 era totalmente carenada. Aerodinamicamente el proyecto tenía dos cosas revolucionarias, una era que la carrocería terminaba en una aleta regulable por la flexibilidad del material, que permitía la deformación de la carrocería actuando como un alerón sin atentar contra los reglamentos. La otra era que contaba con dos frenos aerodinámicos móviles, que consistía en dos placas una por delante del tren delantero y otra por detrás del trasero que permanecerían ocultos en las rectas y se desplazarían lateralmente en las zonas de frenado.
Cuando los planos estaban terminados y se pasaba a la maqueta en escala 1:10 como le gustaba hacer a Pronello el proyecto se abortó. ¿Qué fue lo que ocurrió? Esto nos contaba Pronello en una entrevista para este blog.
"no solo fue un proyecto, a fines del año 1970, bodegas Giol hizo un concurso para
determinar que compañía de publicidad iba a manejarle la cuenta publicitaria. Una de las empresas que se presenta nos convoca para hacer publicidad en automovilismo, y me preguntan que podía ser atrayente; y yo les digo, ir a correr a Can-Am.
Ese auto que yo diseñé para esa categoría, no era el MK10, era un poco diferente porque las medidas que exigían la categoría Norteamericana diferían de las de nuestros SP. El presupuesto que tenía previsto invertir la bodega alcanzaba para hacer una buena campaña.
Elegimos motores Chevrolet que dominaban en la categoría, teníamos los contactos en el país del norte, estaba todo organizado.
Se hace el concurso en un hotel de Cacheuta y yo llevo un Huayra con Ternengo a Mendoza y la empresa de publicidad lleva a directivos,funcionarios, ministros...y los llevamos a dar unas vueltas, quedando todos asombrados. En definitiva, la agencia gana el concurso, por lo cual, el proyecto era un hacho y comenzamos a a trabajar a full, hasta tomé empleados para trabajar en el auto. Pero de pronto la gente de la bodega determina una reducción importantísima de su presupuesto publicitario y queda cancelado el proyecto Can-Am."
TULIA CAN-AM
El proyecto de Tulio Crespi para Can-Am era mas convencional.
Todo comenzó también a mediados de 1970 cuando llega una empresa (no quiso decir el nombre) y le ofrece cincuenta millones de peso de esa época para construir un auto para correr en la categoría norteamericana.
En ese momento Crespi estaba construyendo un sport prototipo para colocarle un motor de tres litros, por lo que ante semejante ofrecimiento decide proyectar ese auto para la nueva categoría.
En esos momentos la carrocería ya estaba terminada y se comenzaba a desarrollar el chasis ya para Can-Am.
La idea era partir rápidamente para EE.UU. para arreglar todo lo necesario para completar la parte mecánica. Su idea era al chasis y carrocería propia ponerle encima todos los fierros mas importantes de los que corrían allá, por ejemplo comprar todo lo que llevaba el Mc Laren (auto líder de la categoría) y armar con esos fierros.
En el caso de Crespi ni siquiera llegó a debutar el auto en SPA y en el de Pronello ya tenía en construcción un SPA diferente al diseño del Can-Am pero tampoco llegó a correr.
Me imagino que los autódromos no serían muy trabados en el Can Am. De lo contrario ese Pronello MK10 sería excesivamente largo para los circuítos.
ResponderEliminarTriste destino de los SPA, frustrados acà, frustrados en el norte...
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