Hace pocos días (26 de setiembre) nos dejó fisicamente Carlos Pairetti.Poco podemos decir de su carrera que no se sepa. En muchas entradas de este blog está su nombre porque fue parte importante del SPA. En esa transición entre el TC y el SPA Pairetti llegó a la categoría con el auto que había sido campeón en 1968 en el TC, el "famoso" Trueno Naranja.
Con ese auto corrió solo cuatro carreras en el SPA y se dió cuenta que necesitaba una máquina más moderna y diseñada para la nueva categoría.
Los pilotos cuando se van dejan en nosotros los recuerdos de sus triunfos, sus campeonatos y sus anécdotas. Por eso en este simple homenaje queremos recordarlo con su palabra y sus recuerdos. Para ellos transcribimos un reportaje realizado por la revista Corsa a diez años de su campeonato de TC.
Esto contaba Carlos Pairetti contando parte de su historia:
"Aquella fue una época especial en el automovilismo argentino. El TC estaba en pleno proceso evolutivo.El cambio lo había iniciado Cupeiro años atrás con el Chevitú. Terminé la pemporada 1967 con el Barracuda.Ese era un buen auto para las rutas, pero no tenía practicamente ninguna chance en las carreras de circuitos.Yo había realizado pruebas en el circuito de Buenos Aires pero no me había demostrado nada positivo.Por el contrario, me terminaron de convencer de que tenía que cambiar de coche si quería volver a ganar.Y como siempre quise tener un auto ganador, no esperé màs y le encargé uno a Horacio Steven.Cuando comenté el proyecto todos coincidieron en una frase: Estás loco Carlos, vos te vas a matar en esos autos que vienen de dos accidentes que costaron tres vidas. Tenían razón. Los prototipos construidos por Steven cargaban sobre si el peso de los accidentes sufridos por Viale y Cabaén. Y eso era algo que la gente tenía muy en cuenta. Sin embargo a mí esos antecedentes no me asustaban. Siempre pensé que esos accidentes, en los cuáles el fuego fue el principal protagonista, se debieron a que los tanques de combustible estaban ubicados sobre las puertas del coche. Esto provocaba que ante el impacto en ese sector, el coche se prendiera fuego. Por eso la primera modificación que indiqué fue poner los tanques en la parte trasera del auto.Eso le dió mayor seguridad.
EL INOLVIDABLE DEBUT
De la primera prueba, me acuerdo como si fuera hoy. Fue el 14 de junio y era un día nublado con una fina llovizna. Cuando llegamos un grupo de periodistas nos estaba esperando.Se hicieron los preparativos y salí a la pista en medio de la expectativa de todos los presentes.Di 90 vueltas andando siempre a fondo.Habíamos llevado un equipo para que filmaran toda la prueba.Instalamos cámaras en todas las curvas del circuito 9 que usamos. Una vez revelada la película,la vimos junto a Steven,el ingeniero Pochat,Fraga y toda la gente de General Motors.Ahí observando detenidamente, encontramos algunos defectos.El principal de ellos era que el auto se mostraba demasiado subvirante para mi estilo de manejo.Como siempre me gustaron los autos neutros,decidimos entonces ponernos a trabajar para corregirlo.Otro detalle que vimos, era el desgaste de la goma delantera izquierda.
El día que el Trueno Naranja debutó en carrera es uno de los imborrales recuerdos que tengo en mi carrera deportiva.Fue realmente inolvidable.El sábado habíamos tenido muchos problemas en clasificación.Por eso apenas,apenas terminada la misma rumbeamos para el taller de General Motors.Allí se trabajó a fondo durante casi toda la noche.Recién pudieron terminar el auto a las 9 de la mañana del domingo,y la carrera se largaba una hora después.Yo estaba en el autódromo esperando el auto.A medida que pasaba el tiempo aumentaba mi desesperación.Ya pensaba que no iba a poder correr y eso me amargaba mucho,porque veía una cantidad impresionante de público en las tribunas.Faltaban veinte minutos para empezar la carrera y lo veo llegar. Lo que ahora parece increible fue la forma que consiguieron llegar a tiempo para la carrera.Desde la fábrica, el coche que traía el trailer vino por la avenida Gral Paz. con dos patrulleros,abriéndole camino.Pero eso no es nada,lo anecdótico del asunto es que vinieron de contramano.Realmente una cosa de locos.
Durante la carrera y a pesar del apuro, el auto me respondió maravillosamente. A las pocas vueltas tomé la punta y me fuí escapando.Veía a la gente enloquecida agitando banderas en las tribunas.Llegué a tener casi medio minuto de ventaja.El auto frenaba,aceleraba y doblaba como los dioses.Pero no me duró mucho la alegría.En la vuelta 53 se rompió el diferencial y tuve que abandonar, cuando iba comodamente primero.Fue una gran amargura,pero me quedó la satisfación de saber que ya tenía un auto sensacional que podía ganar en cualquier momento
RUMBO AL CAMPEONATO
Presentía que el primer triunfo con el Trueno no iba a tardar y no me equivoqué.Tres semanas después del debut se corrió en el Cabalén.No me olvido más. Eran dos series y gané la primera por más de 18 segundos sobre Marincovich.Pero no fue facil porque "el ruso" andaba muy fuerte y estuvimos juntos durante varias vueltas hasta que tuvo un problema con el embrague y pude alejarme.Con esa ventaja esperé la segunda serie con mucha tranquilidad.Marincovich sabía que me tenía que descontar esa diferencia y salió con todo desde el principio.Fueron 35 vueltas sensacionales.Nos intercalamos varias veces la punta,hasta que finalmente Marincovich me ganó por apenas 7/10.Pero no le alcanzó y yo quedé primero en la suma de tiempos.A los pocos días se corrió en el Autódromo y ahí entré segundo de Bordeu.El Oscar cabalén volvió a brindarme otra satisfacción en la siguiente carrera.Hice un pequeño paréntesis para viajar a Europa y reaparecí sin mayor suerte en Allen,una carrera que se disputó en la ruta.
Cuando llegó la última carrera del campeonato en Buenos Aires teníamos posibilidades de lograr el campeonato Copello y yo.Yo tenía una pequeña ventaja de puntos,pero si el ganaba se llevaba el campeonato.Aquel día los dos tuvimos suerte distinta.En el Trueno Naranja todo anduvo a la perfección y sin problemas.En cambio él tuvo muchos problemas y debió abandonar.Gané la primera serie y en la segunda escolté a Nasif Estéfano.Esto me alcanzó para ganar la carrera y por consiguiente el campeonato.Cuando terminó la carrera, el entusismo de la gente era impresionante.
ASÍ ERA EL TRUENO NARANJA
El Trueno Naranja era el primer coche de carrera en serio que yo manejé.Era realmente sensacional.Doblaba,frenaba y aceleraba de una manera especial.Me hacía sentirlo integramente.Tenía una dirección tan directa,como yo no nunca había tenido en otros coches que manejé.Me gustaba el volante chiquito,que llevaba ubicado a la derecha del habitáculo.Era un coche liviano,ya que pesaba 400Kg menos a los autos que estaba acostumbrado a manejar.Esa diferencia de peso se sentía fundamentalmente al frenar y era una gran ventaja.
Técnicamente estaba bien concebido,con muchos detalles.Después de cada carrera lo revisaban de trompa a cola.Eso era una gran seguridad para mí.La única vez que tuve problemas fue en Allen, en una carrera en ruta.No era un auto para correr allí,y además andábamos con gomas angostasMe acuerdo que íbamos por la recta a casi 270Km/h y era prácticamente imposible tenerlo derecho.Muchos me preguntaron si en las primeras carreras le tenía miedo al coche, por la fama que traía.Miedo no tuve nunca.Al principio sentí un poco de respeto,pero ya en la tercera carrera le había tomado total confianza y hacía lo que quería.Era fácil de manejar y me adapté a el muy rápidamente.Además, el auto tiene el privilegio de haber consagrado prácticamente a García Veiga.Cuando me fuí a Europa, le presté el auto a "El Nene" y casi lo hace ganar en el Autódromo en una actuación que sirvió para mostrar todas sus condiciones.
LAS ANÉCDOTAS
*El color naranja: Con Steven Habíamos hablado varias veces sobre el color que pintaríamos el auto,pero no llegábamos a nada positivo.Una tarde estabamos hojeando revistas americanas y mirábamos asombrados los coches pintados de distintos colores, e incluso con grandes dibujos.Sin pensarlo más decidimos hacer una mezcla de negro,amarillo,rojo y blanco.Salió entonces el color naranja,que nos gustó y decidimos que así pintaríamos el auto.Lo más cómico del caso es que después no nos acordábamos las cantidades de pintura que habíamos puesto para lograr el color.
LA PIÑA MÁS GRANDE
Fue en el Cabalén durante las pruebas de clasificación.Tenía el mejor tiempo pero faltando diex minutos Copello me lo bajó.Quedé con la sangre en el ojo y salí con todo a tratar de recuperar la pole position.Me acuedo que andaba detrás de Rubén Roux,cuando de pronto en la curva 1 me fui contra el guardarail.Rompí todo el tren delantero,y al ver el estado en que quedó el coche,la gente de GM me dijo que era muy dificil que pudiera correr al día siguiente.Ante esto moví cielo y tierra para poder hacer algo.Me trajeron repuestos de Buenos Aires y después de trabajar toda la noche,los mecánicos lo dejaron a punto.Al día siguiente pude correr y le dí atoda la gente lque me había ayudado la satisfacción de un gran triunfo.
EL MAYOR SUSTO
Fue en el Sur, en la carrera de Allen.Veníamos en plena recta,cuándo de pronto el interior del auto empezó a llenarse de humo.De inmediato pensamos que se estaba incendiando.Frené como pude y junto a mi acompañante bajamos del auto y nos tiramos al piso.Grande fue la sorpresa cuando nos dimos cuenta que el humo era provocado por el matafuegos que se había abierto inesperadamente.Después de reirnos un rato largo,volvimos al coche y seguimos la carrera.
EL GESTO DE COPELLO
Era la última carrera del campeonato y entre Copello y yo se decidía el título.El que ganaba era el campeón.Me había adjudicado la primera serie, pero todavía Copello mantenía su chance.Antes de empezar la segunda y cuando estábamos en el punto de largada,se me acercó Eduardo y me dijo: "Te felicito Carlos, sos el campeón.Mi auto tiene fallas y no va a poder aguantar mucho".Tuvo razón,después de puntear tres vueltas, abandonó y ahí me quedó el camino libre para el consagrarme campeón.
ASÍ LLEGÓ EL FINAL
La constante evolución técnica hizo que en la temporada siguiente el Trueno estuviera desactualizado. Lo puse en venta junto con el Barracuda y me lo compró un club de Río Gallegos,para sortearlo en una rifa.Como parte de pago me dieron algunos números, y mirá lo que es la casualidad,los dos premios de la rifa me los saqué con esos números.Los autos volvieron amí, pero por poco tiempo.Enseguida le vendí el Barracuda a un piloto de Santa Fe y el Trueno me lo compró Eduado Bouvier,que le hizo algunas modificaciones para correr en Spor Prototipo.A partir de ese momento no supe más cual fue el destino del Trueno Naranja.